Escritos HumorÃsticos
Lenguaje de espÃas
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- Escrito por Ulises Toirac
LA SIEMBRA
Félix Alcober estaba sentado en uno de los bancos-jardineras del Parque del Quijote, mirando entretenidamente hacia la parada de la guagua, pero con toda la atención puesta en la señora que estaba sentada a su lado.
- Carne de res...
Ambos quedaron paralizados. Ella por el asombroso abordaje. Él por no saber cómo ella iba a tomar la declaración. Si la tomaba bién probablemente le venderÃa algunas libras. Si la tomaba mal, probablemente ella le regalarÃa unos cuantos años en prisión por tráfico de carne de res...
Ambos seguÃan tensos. Ella pestañeó. Después de sopesarlo, a lo Stirlitz, le sonrió a un nene que pasaba en un cochecito y con la mitad de la boca le susurró al "vendedor":
- ¿A cuánto la libra?
Félix hizo como que saludaba a alguien con la mano a lo lejos. Se paró de espaldas a ella.
- Depende de la entrega.
Ella sacó un tejido de puntos de unos calcetincitos que le estaba tejiendo a su nieta primigenia.
- Es que no tengo idea...
Alguien pasó en ese momento junto a ellos y le preguntó la hora a Félix.
- Las doce y TREINTA MAS O MENOS - dijo él enfatizando la última parte de la oración.
Ella "se llevó" que lo de treinta mas o menos era la respuesta a su pregunta y sacó una sombrilla de sol y una pelota de playa.
- Yo no puedo contestarle ahora mismo y hasta el fin de semana no sabrÃa...
Silencio. HabÃan llegado a un punto muerto. Era ese punto en el que ambos intuÃan que el objetivo estaba muy próximo, pero irremediablemente perdido. O sea, se habÃa "trancado el dominó".
Félix comenzó entretenidamente a hacer señales marineras con dos pequeñas banderitas, aparentando estar en otra tercera cosa, que también era aparente, y balbuceó:
- Ya... le digo... depende de la entrega...
Al voltearse, la señora habÃa sacado un montón de revistas Spútnik publicadas entre 1976 y 1985 y las tenÃa desplegadas sobre un gigantesco tablero en el que rezaba un gigantesco cartel:
"SPUTNIK. La Revista del Derrumbe. Licencia de vendedora XCSD-978568-PTO.-URSS"
Mentalmente Félix le entregó el rey a su oponente y se declaró vencido en el ajedrez de la apariencia.
-Ud. debe tener buena memoria para los números -la voz decidida de ella le habÃa parecido salida de una nube:- Nueve ocho, veintidós treinta. El fin de semana. Y mi nombre es Inés.
-Una última cosa -se apresuró a decir el "comerciante" mientras manipulaba un atari- estas cosas por teléfono son... en fin... le hablaré de "flores"... si son rojas, es bisté... sin son jaspeaditas es picadillo...
Cuando fué a levantar la vista para ver si la señora habÃa entendido, ya no estaban ni el tablero, ni las SPUTNIKs ni el gigantesco cartel ni la señora. "Nueve ocho, veintidós treinta... Nueve ocho, veintidós treinta... Nueve ocho, veintidós trein..." quedó repitiendo.
LA COSECHA
- ¡¿Y adónde tuvo que ir Inés a esta hora?!
- Yo qué sé, abuela. Dijo que venÃa enseguida.
- Pero mi vidita, si hemos dejado tu cumpleaños para el fin de semana a pesar que cumpliste el Miércoles... hemos dejado detenido el Calendario hasta hoy... porqué tenÃa que salir en este mismo momento.
- ¡Ay, abuela, deja la boberÃa, que dijo que enseguida vieneeee!
- ¡Enseguida!... Ahorita se aparecen tu hermano, con tu sobrina ¡y ella...! ¡por ahÃ!
- ¡Abueeelaaaa!
Rrrrriiiiiinnnggg
- Mira... sale al teléfono que me estoy enjuagando la cabeza.
Rrrrriiiiinnnnggg
- Diga.
- ¿Está Inés?
- No mi'jito, si estuviera yo no tendrÃa esta alteración.
- ...
- ¿Se quedó mudo?
- ¿Ella demora?
- De mora y de gitana da igual. A veces dice que ya... y es dentro de tres dÃas ¿quién sabe?
- ...
- ¿Va a colgar o qué?
- ¿Ud. sabe si... por fin... ella... va a comprar flores?
- ¿Flores?... Ya... Ya ella... compró flores, porque hoy es el cumpleaños de mi nieta y querÃamos que fuera a todo meter. Con muchas flores y mucho vino y mucha música, que por muchas fotos que uno le haga, fiesta de quince nada más que hay una en la vida.
- ¿Usted está segura que ya ella compró las flores?
- Si, mijito... Si las tengo ahora mismo delante de mÃ, en el refrigerador.
- Pero... este... ¿son rojas o jaspeditas? ¡Porque yo tengo flores rojas!
- Óyeme... este que tenemos aquà es un ramo precioso... Tiene de las dos: rojas y jaspeaditas. ¡Es un... ramo precioso!... ¡Y no jeringue más, hombre!
- Disculpe.
Clock
- ¡Qué calor en esa calle!... ¿Con quién hablabas por teléfono, mamá?
- ¡Con un comemierda ahà queriendo verderme flores por teléfono!
- ¿Flores?... ¡¿Por teléfono?!... ¡Mamáaaaaaaaa!